Un 69% de las personas usaría IA para informes y análisis de datos ¿Cuáles son los riesgos?

Según un sondeo de Experis, una marca de ManpowerGroup Chile, el uso de esta herramienta para interpretar cuantiosa información es mayoritario, relegando a otras posibilidades, como gestión de correo electrónico, automatización de pagos y optimización de chatbots.

La Inteligencia Artificial puede ser un asistente personal y así lo ha comprendido un número mayoritario de trabajadores en Chile. De hecho, según una encuesta de Experis, el 69% de las personas utilizaría esta tecnología para elaborar informes y analizar datos. Pero ¿Qué riesgos hay que tener en cuenta antes de confiar información valiosa -y muchas veces confidencial- a un robot?

El principal peligro es “la filtración de datos. Uno de los temas que deben trabajar empresas y gobiernos con respecto al uso correcto de la IA, es la implementación de políticas de privacidad y resguardo de datos que permitan una implementación sana y efectiva de esta tecnología”, explica Jorge Gamero, Gerente General de ManpowerGroup Chile y Director de Experis para Sudamérica.

El ejecutivo agrega que la incorporación de nuevas herramientas siempre puede implicar algunos riesgos. Pero “se pueden abordar con óptimas iniciativas de ciberseguridad que permitan un equilibrio sano y ético del uso de estas tecnologías para los negocios”.

¿Y cómo lograr ese sano equilibro en el uso de IA, de manera que podamos obtener resultados convincentes, sin brindarle mucha información? Algunos ejemplos están a la vista, como son los asistentes virtuales que permiten optimizar procesos, o chats automatizados que entregan respuestas rápidas y eficientes, o bien autos inteligentes que permiten movilización de manera más sostenible, y dispositivos de geolocalización que usamos a diario. O incluso, la IA en aparatos médicos que ayudan a diagnósticos y opciones de tratamiento más efectivas.

El manejo del riesgo más allá de las regulaciones

Hace un tiempo fue promulgada la Ley Marco de Ciberseguridad, que define un rango de acción para futuras normas en torno a la protección de empresas y usuarios, incluyendo el uso de IA.

No obstante, y más allá de las regulaciones, para Jorge Gamero los desafíos también pasan, “principalmente por una concientización a los usuarios, ya que, al acceder a este tipo de herramientas sin una culturización correcta, sus usos se pueden tergiversar fácilmente”.

“A su vez, es importante la educación frecuente y en constante actualización para abordar los desafíos que existen en una realidad tecnológica en constante cambio”, agrega el Director de Experis para Sudamérica.

La encuesta de Experis también marcó otras preferencias menos mayoritarias, entre ellas, Gestión de correo electrónico y Optimización de Chatbots, ambas con 11%, y finalmente Automatización de pagos, con 9%.

Jorge Gamero se refiere al bajo resultado obtenido por esos otros usos, y comenta que “naturalmente, el uso de la IA está más enfocado en actividades cuyo procesamiento de información masiva es más requerido y, con un beneficio mayor”.

El uso que finalmente las personas decidan dar a esta tecnología, se verá en la práctica y en la medida que más tiempo interactúen con la Inteligencia Artificial, es posible que muchos puedan incluso “descubrir” nuevas oportunidades para aprovecharla, pero la responsabilidad debe ser un criterio central en todos los casos.