Fernando Casas llega a las plataformas digitales

 En 1992, el chileno Fernando Casas deslumbró en la trigésima tercera edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar con su éxito «Parece Tan Sencillo«. Este tema no solo alcanzó el puesto más alto al ganar la Competencia Internacional, sino que también resonó en los hogares de todo el país, consolidando a Casas como una figura destacada en la música chilena.

 Han pasado más de 30 años desde ese hito, y «Parece Tan Sencillo» sigue siendo un recuerdo entrañable para muchos. Sin embargo, con el tiempo, encontrar la canción se volvió complicado. Hoy, gracias a un minucioso proceso de digitalización, la música de Fernando Casas está finalmente disponible en plataformas digitales como Spotify, Deezer, Apple Music entre otras.

 El cantante explica que la decisión de subir su catálogo musical a las plataformas actuales responde a la gran cantidad de solicitudes que recibe a través de YouTube, radios, TikTok y otros medios, donde le preguntan cómo acceder a su música. «Soy un gran escucha de música de los años 30, 40 y 50, lo que me ha permitido tomar conciencia de que mi trabajo musical de los años 90 también debe estar en los importantes medios de hoy como las plataformas digitales«, afirma el músico. «Esto permitirá que cualquier persona, medio musical o espacio público pueda disfrutar de mi obra«.

Además de sus clásicos, Fernando Casas está trabajando en nuevo material. Su próximo disco, titulado Íntimo, ya cuenta con cuatro canciones y se espera que vea la luz a finales de este año. También tiene planes de lanzar un trabajo de covers para fin de año, explorando nuevos sonidos y estilos.

Durante la creación de este single, Fernando se inspiró en el sonido y estilo de la música italiana de la época, con influencias de artistas como Riccardo Cocciante. La canción fue grabada en los estudios Horizonte, con la colaboración de talentosos músicos como Juan Carlos Duque en la autoría, Roberto Lee en la guitarra y Chupete Vásquez en el saxo tenor. La pasión y el temor al desamor se plasman en esta pieza, que no solo ganó el Festival de Viña del Mar, sino también los corazones de los auditores, quienes ahora pueden volver a encantarse con este trabajo y su llegada las plataformas digitales.