Debut de la primera carroza fúnebre en motocicleta

Este martes, 31 de octubre, un innovador hito marcará la EXPO del Cementerio Católico, con la presentación de la primera motocicleta destinada al uso funerario. El creativo detrás de esta iniciativa es Rodrigo Ravera, un destacado diseñador conocido por su habilidad en la creación de obras de arte en fierro. Con más de dos décadas de experiencia, Ravera ha colaborado con renombradas empresas y clientes privados en proyectos que han dejado una huella artística.

Hace aproximadamente cuatro meses, Ravera recibió una visita que desencadenaría un proyecto inusual y significativo. Iván Martínez, un visionario empresario, se acercó con la propuesta de transformar una moto Harley-Davidson Street Glide en una carroza mortuoria. La idea, si bien peculiar, resonó en la mente de Ravera, quien compartió la visión con su hijo Angelo Ravera, colaborador en sus proyectos artísticos.

Con entusiasmo y determinación, el proyecto dio inicio y se completó con éxito, culminando en la creación de un vehículo que se presentará oficialmente al público este martes, 31 de octubre, durante la EXPO FIM 2024. Este evento de gran relevancia se llevará a cabo en el Cementerio Católico, así como en el Cementerio de Valle Unido en Quilicura el miércoles 1 de noviembre.

Rodrigo Ravera comentó sobre el proceso de creación, «Cuando vi la moto, comencé a imaginar cómo podríamos rediseñarla para convertirla en una carroza. Fue un proceso artesanal que involucró cortar y soldar piezas de fierro. No fue una tarea fácil, pero juntos lo logramos”.

La moto en cuestión es una Harley-Davidson Street Glide, un icónico vehículo comúnmente asociado con la cultura motociclista estadounidense. Actualmente, se encuentra en la etapa de pintura y ajustes finales para su debut en la EXPO FIM.
Este carro mortuorio permitirá transportar un ataúd y contará con un único conductor. Si bien este innovador vehículo sin duda atraerá la atención inicialmente, Rodrigo Ravera anticipa que, siguiendo la visión de Iván Martínez, podría llegar a tener un uso más amplio en el futuro.

Desde su taller en Rapel, Rodrigo Ravera se prepara para enviar esta moto mortuoria a una de las sedes de la funeraria. Es indudable que este vehículo llamará la atención en sus primeros años de uso, pero a medida que evolucionan las tradiciones funerarias, esta moto funeraria promete convertirse en un medio de transporte para algunas personas que hasta
a lo podrán dejar estipulado en sus testamentos. Esta innovación representa un paso adelante en la evolución de los ritos funerarios modernos.